pervermoon

La llama de la vela quema demasiado. Parpadea y fluctúa con el aire abrasador, un aire que no alivia el calor. Las suaves y etéreas alas se baten de un lado a otro en la oscuridad, rociando polvorientas plumas en el círculo de luz. Hago esfuerzos por resistirme, pero me atrae. Luego todo es muy luminoso y vuelo demasiado cerca del sol, deslumbrada por la luz, abrasándome y derritiéndome de calor, agotada por mi empeño de mantenerme en el aire. Estoy ardiendo. El calor es asfixiante, sofocante. Me despierta.

Abro los ojos y me encuentro abrazada por --------- ----. Me envuelve como una bandera victoriosa. Está profundamente dormido, con la cabeza en mi pecho, el brazo encima de mí, estrechándome contra su cuerpo, con una pierna enroscada a las mías. Me asfixia con el calor de su cuerpo, y me pesa. Me tomo un momento para digerir que aún está en mi cama y dormido como un tronco, y que ya hay luz fuera, la luz de la mañana. Ha pasado la noche entera conmigo.

Tengo el brazo derecho extendido, sin duda en busca de algún sitio fresco y, mientras proceso el hecho de que aún está conmigo, se me ocurre que puedo tocarlo. Está dormido. Tímidamente, levanto la mano y paseo las yemas de los dedos por su espalda. Oigo un gruñido gutural de angustia, y se revuelve. Me acaricia el pecho con la nariz e inspira hondo mientras se despierta. Sus ojos grises, soñolientos y parpadeantes, se topa con los míos por debajo de su mata de pelo alborotado .